Me encanta comer brócolis, es como comerse pequeños árboles, me los como enteros y cierros los ojos imaginando un jardín de brócolis en mi barriga. Después tomo mucha agua y cerveza para regarlos.
Cuando me miro al espejo y veo que cada vez estoy más gordo, ya no me pongo triste porque se que son los brócolis creciendo adentro mío, ahora hasta el gordo Ezequiel me cae bien porque pienso que quizás tenga un bosque de brócolis en la panza, en lugar de un montón de grasa y vanidad.
Por eso y por muchas cosas más el brócoli es mi comida favorita.
Cuando me miro al espejo y veo que cada vez estoy más gordo, ya no me pongo triste porque se que son los brócolis creciendo adentro mío, ahora hasta el gordo Ezequiel me cae bien porque pienso que quizás tenga un bosque de brócolis en la panza, en lugar de un montón de grasa y vanidad.
Por eso y por muchas cosas más el brócoli es mi comida favorita.
2 comentarios:
Buena forma de ver las cosas es mas mi vida dio un giro... igual calculo que en mi panza hay mas que un bosque debe de haber una ciudad, si no, ¿como explico el efecto invernadero que genera mi trasero? :) saludos Yon
Que buen análisis, para mí el brócoli es una mierda chupada, pero mirandolo por ese lado podría comer brócolis, coliflores y toda cosa asquerosa que anda vagando en los almuerzos de la gente
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